Las adenoides son masas grumosas de tejido esponjoso que ayudan a proteger a los niños contra las enfermedades. Se encuentran en la parte posterior de la cavidad nasal y por encima del paladar. Para poder verlas el médico debe usar un visor especial.
La función principal de estas vegetaciones es luchar contra las infecciones específicamente en bebés y niños pequeños. Se vuelven cada vez menos importantes cuando un niño crece y el cuerpo desarrolla otras formas de combatir los gérmenes. Al atrapar los gérmenes que ingresan al cuerpo, el tejido adenoideo en ocasiones se inflama, mientras trata de combatir una infección.
El Dr. Horacio Marulanda Hidalgo, director del Centro Otorrinolaringológico y Cirugía Facial "OTHORYAND", nos informa que las adenoides infectadas pueden dificultar la respiración y causar problemas como: nariz muy tapada, de tal modo que un niño solo puede respirar por la boca, además de ronquidos, dificultad para dormir bien, dolor de garganta, ganglios hinchados y problemas en los oídos.
El especialista en otorrinolaringología, afirma que la extirpación de las adenoides es recomendable cuando los medicamentos no ayudan o si estas hacen que un niño se enferme mucho. Señala además que en ocasiones a un niño se le extirpan las amígdalas y las adenoides al mismo tiempo. Ambas cirugías son frecuentes en los niños y reciben el nombre de amigdalectomia y adenoidectomia.
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